Este chal de ganchillo, que también se puede utilizar como pañuelo e incluso como pareo para ir a la playa este verano, se ha colado esta semana entre los proyectos en los que estoy trabajando esta primavera/verano.
He descubierto (y la dependienta de la mercería también) que tengo debilidad por este tipo de ovillos, tanto de lana como de hilo, que tienen trozos de distintos colores. El ovillo de hilo que he utilizado para este chal es uno de los Spring Rainbow de Katia, concretamente el color 64 (azul brillante-beige-crudo).
El cambio de color en estos ovillos está muy bien hecho, es gradual y no de golpe. La hebra de hilo está formada por cuatro cabos y cuando va a cambiar de color lo hace de uno en uno, no todos los cabos a la vez. Primero cambia uno de los cabos, luego dos, después tres, hasta que al final los cuatro cabos han cambiado de color. Así se consigue ese degradado de color y no es un cambio brusco. No sé si en la siguiente foto se apreciará bien, he intentado mostraros un poco ese cambio al pasar del beige al azul:
En la web de Katia podéis ver las distintas combinaciones de colores que tienen estos ovillos de hilo y varios patrones de punto y ganchillo en los que utilizarlos. Como todavía no me manejo muy bien con el punto y este hilo tiene muchos cabos, he optado por hacer el chal de ganchillo siguiendo este patrón.
Las medidas del chal, con solo un ovillo y la aguja de ganchillo de 4 mm, son 31 cm de ancho y 155 cm de largo. La verdad es que siguiendo las instrucciones del patrón el ovillo me vino un poco justo. Quería que el chal terminara ondulado y no recto en la parte más azul y, empezando con el número de cadenetas que indica el patrón, el ovillo no llega. Por eso al final tuve que saltarme una vuelta para que la última fuera la de las ondas. Así que, si queréis que ese patrón termine ondulado, os aconsejo que empecéis el chal con menos cadenetas de las indicadas.
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