Una de las labores que me quedaban por aprender, y a la que le he dado varias oportunidades sin mucho éxito, es el punto. Es de esas cosas que por más que intenten enseñarte, no le encuentras sentido hasta que un día, de repente, lo ves todo muy claro y resulta que no era tan complicado como parecía.
Con esa nueva visión del punto he conseguido hacer esta bufanda, que además era uno de los proyectos que tenía pendiente terminar esta primavera.
La forma de hacerla es de lo más sencilla. Con un punto al derecho y otro al revés se forma una pequeña patente que se puede ver muy bien si estiramos la bufanda a lo ancho:
Otra cosa que he descubierto con esta bufanda es que el punto no me aburre tanto como creía. Siempre que llegaba la hora de parar me decía lo de 'termino esta vuelta y lo dejo para mañana' y cuando quería darme cuenta ya estaba empezando la siguiente vuelta.
Lo mejor de la bufanda es la lana, Azteca Fine de Katia (número 217), con ese colorido tan invernal y que además es muy suave. Estoy segura de que para el próximo invierno me vendrá de perlas con el frío.
Ahora sólo me queda investigar por ahí a ver si aprendo a hacer algo más con el punto.
Otras bufandas/cuellos tejidos con dos agujas:
Cuello punto brioche con lana Polaris
Bufanda con lana Paint
Otras bufandas/cuellos tejidos con dos agujas:
Cuello punto brioche con lana Polaris
Bufanda con lana Paint
Que bonita y cálida se ve la bufanda, no cabe duda de que la vas a disfrutar. Me temo que yo estoy de la misma forma en la que te encontrabas. Me aburro un montón con el punto y parece que no adelante. Por otro lado fuera de los puntos básicos, no sé hacer nada más.
ResponderEliminarGracias Nita.
EliminarLlevo años haciendo ganchillo y evidentemente no puedo compararlo con el punto (con lo poco que sé hacer), pero por ahora si me dan a elegir entre el punto y el ganchillo, me quedo con el ganchillo. Aún así, iré practicando para que no se me olvide lo poco que sé ;)
Un beso.