Hace bastante tiempo que no tenía ocasión de bordar un babero en punto de cruz, los últimos fueron los que preparé cuando abrí la tienda de Etsy. Casi siempre los he bordado con algún motivo infantil, sobre todo cuando no los hago por encargo, pero si me lo piden y tienen claro el nombre del bebé me gusta más que estén personalizados.
Como con este babero ya sabía el nombre seguro, tenía que buscar unas letras bonitas y con el tamaño justo para poder bordar el nombre completo, Candela, en el trozo de tela Aida que tiene el babero.
Aunque la revista donde encontré estas letras (Labores del hogar, especial bebés, nº 429) tiene ya unos cuantos años (es de 1994), las elegí para este encargo porque me gustó la forma de globos que tienen y además el nombre encajaba perfectamente en el espacio disponible.
La tela del babero tiene un dibujo de estrellas rosas que lo diferencia de los clásicos para bordar, y por su tamaño (18 cm de diámetro) es perfecto para los primeros meses del bebé.
En Papel y Aguja podéis encontrar este mismo diseño en otros dos tamaños, mediano y grande, tanto en color rosa como en celeste, listos para bordarlos en punto de cruz.
Además del babero para Candela, en estos días me hicieron otro encargo para bordar otros dos baberos con estrellas: los dos de tamaño mediano, en celeste y rosa, cada uno con un bordado personalizado en letra minúscula (para el papá y para la bebé) que se van muy lejos, nada menos que a Cancún.
Seguro que Candela (a la que veré con su babero puesto) y la peque de Cancún van a estar preciosas con estos baberos.
Esta entrada, como excepción, voy a terminarla con un pequeño apunte sobre este tipo de baberos para bordar a mano y que ya vienen cosidos por la parte inferior. Una persona que decía ser 'experta' en bordado (y que igual me tomó por alguien que no tenía ni idea de esto), quiso 'enseñarme' no hace mucho que estos baberos no se podían bordar, que era IMPOSIBLE (sí, con mayúsculas y todo). Como bien le dije ese día, con un babero que ya había bordado por delante, es más complicado, pero no imposible. Si fuera así, no habría podido bordar estos tres preciosos baberos.
Así que hacedme un favor y no dejéis que nadie os diga que algo no se puede (en cualquier aspecto de vuestra vida).
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