Ha llegado septiembre y ya estamos de vuelta con las pilas cargadas después de unas semanas de descanso. Descanso del blog porque, como habéis podido ver en las redes, en este tiempo no he parado de preparar cosas nuevas. Hoy toca enseñaros el complemento ideal de las sandalias de ganchillo para bebé: una diadema.
El punto que he utilizado para la diadema es el mismo que el de esta otra y que encontré en My hobby is crochet, donde tenéis el tutorial. Como esta vez era para un bebé (la anterior la preparé para una niña más mayor), para disminuir su tamaño basta con utilizar un hilo un poco más fino (DMC Petra 100 % algodón del nº 5) en color blanco y un ganchillo más pequeño (2 mm). Con estos cambios y aun siguiendo el mismo patrón, la diadema sale más estrecha, con unas medidas de 2,5 cm de ancho y 35 cm de contorno.
Hace un par de entradas os hablaba de un nuevo modelo de sandalias al que no podía faltarle su diadema a juego. Lo que suelo aprovechar para que sandalias y diadema combinen, es la misma flor de las sandalias, pero éstas en concreto no llevan ninguna flor. Aunque el punto de la diadema es bonito, al ser el blanco el único color me parecía que quedaba un poco sosa. Aquí os dejo una foto que hice durante el proceso para que la comparéis con la versión ya terminada. Parecen dos diademas distintas, ¿verdad?
Para darle un poco de gracia y color se me ocurrió añadirle algo con los otros hilos de las sandalias, el lila y el fucsia. Como lo que destaca en las sandalias son las tiras de colores de la parte delantera, preparé algo tan simple como una cadeneta mezclando los hilos de ambos colores (hilo Limol 100 % algodón) con un ganchillo de 3,5 mm. Esa cadeneta bicolor la pasé por el centro de la diadema aprovechando los huecos que el punto forma en esa zona y ¡voilà! hemos creado la diadema perfecta para las sandalias lilas con tiras de colores.
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