Una de las cosas que me gusta de proyectos como este cuello de ganchillo es lo rápido que se hace y el poco material que se necesita, además de lo bien que queda este tipo de prenda como complemento.
Con algo más de un ovillo de lana Indiana de 50 gramos y el ganchillo de 4 mm, cualquier persona que conozca lo más básico de ganchillo puede hacer un cuello de este estilo. Con ese ovillo y medio, las medidas del cuello son 30 cm de ancho, para poder quitártelo sin despeinarte, y 22 cm de alto para que se pueda doblar y así abrigue mucho más.
El punto que he utilizado no tiene ninguna complicación: 3 vueltas de punto alto y 1 vuelta de punto de red. Estas cuatro vueltas se repiten hasta que el cuello tenga la anchura suficiente para que, una vez unidos los dos extremos, pase por la cabeza sin problema. Si lo que queremos hacer es una bufanda, repetimos el patrón hasta que tenga la longitud que queremos.
La lana es el número 63 de la calidad Indiana de Katia. Su composición es 60 % acrílico y 40 % algodón, lo que la hace perfecta para aquellas personas que prefieran un tipo de lana que no sea 100 % acrílica. El color base de este ovillo es el azul tejano y el aspecto de mezcla se lo dan las fibras en otros colores (naranja, blanco, verde, amarillo, lila, rosa).
Este tipo de lana es un ejemplo de lo que puede cambiar nuestra opinión sobre un ovillo con mezclas cuando vemos una prenda tejida con él. Muchas veces se descarta un determinado color u ovillo porque no visualizamos el resultado y precisamente por eso me decidí a tejer un cuello con él. ¿Qué os parece el resultado? ¿Lo imaginabais así?
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