Mitones de lana de ganchillo

Hace poco encontré por casa una madeja de lana de color camel y no sabía muy bien qué hacer con ella. Me apetecía intentar algo que no hubiera hecho nunca.

Siempre me están diciendo que tengo las manos heladas, sobre todo en invierno, aunque aquí en el sur rara vez llegamos a tener temperaturas demasiado bajas. Todavía no he encontrado unos guantes que consigan calentarme las manos y a la vez me permitan trabajar y escribir cómodamente sin tener que quitármelos. La solución estaba clara: necesitaba unos mitones.

Ya lo tenía todo, lo que quería hacer, los materiales y una ligera idea de cómo llevarla a cabo. Siempre que decido intentar algo que nunca he hecho, tengo en cuenta que puede que tenga que deshacerlo en algún momento. Con estos mitones ha resultado más complicado de lo que pensaba al principio, no por la dificultad del punto sino por conseguir que me quedaran bien ajustados y no fuesen demasiado grandes. Menos mal que no tenía que ir muy lejos para comprobar las medidas.

Detalle del punto elástico

Detalle del punto

Detalle zona de los dedos

Después de probar distintas opciones y de deshacerlos varias veces, he conseguido que el resultado fuera el que buscaba: unos guantes con los dedos libres bien ajustados pero muy cómodos, con los que ahora mismo estoy escribiendo esta entrada sin darle a dos teclas a la vez, y lo más importante, con los que tengo las manos a una temperatura más que aceptable.